martes, 26 de abril de 2016

¡Cómo ardían los muertos! Novela Julio Sesto- Su vida, su legado ©Ivette Durán Calderón

[…]"Está visto que, en materia de gobierno, la aptitud no se suple con nada. Consecuencia: Nosotros necesitamos recurrir a nuestros hombres de corazón, de "corazón patriótico," de "corazón mexicano, muy mexicano," para que gobiernen. 

Los escogeremos, además, aptos, de los más
 aptos, sin ver su origen o su filiación. Para prevenirnos contra los malos, habremos de reformar las leyes, estableciendo periodos de gobierno cortos, y para asegurar a los buenos, podemos admitir la reelección."[…]

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