[…]“y en el fondo sombrío —como yo, viejo armario—
qué tristeza tan grande la que llevas por
dentro.!”[…]
[…]”Yo no tengo qué darte que pudiera
llenarte,
pero, desde este día, guardarás mi
chambergo,
y entre tus divisiones iré echando papeles,
porque nunca he tenido más que libros y
versos.”[…]
No hay comentarios:
Publicar un comentario